Crítica: X-MEN ORÍGENES: LOBEZNO

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Título original: X-Men Origins: Wolverine
Año: 2009
Nacionalidad: EEUU
Duración: 107 minutos
Dirección: Gavin Hood

Intérpretes: Hugh Jackman (James Logan/Lobezno); Liev Schreiber (Victor Creed/Dientes de Sable); Lynn Collins (Kayla Silverfox); Danny Huston (William Stryker); Dominic Monaghan (Chris Bradley/Bolt); Ryan Reynolds (Wade Wilson/Masacre); Will.I.Am (John Wraith/Espectro); Kevin Durand (Frederick J. Dukes/Mole); Daniel Henney (David North/Zero); Taylor Kitsch (Remy LeBeau/Gambito); Max Cullen (Travis Hudson); Julia Blake (Heather Hudson); Tim Pocock (Scott Summers/Cíclope); Tahyna Tozzi (Emma Frost); Patrick Stewart (Profesor Xavier).

Quizás hubo demasiada expectación y espectativas frente a X-Men Orígenes: Lobezno después de haber disfrutado desde hace varios años de la saga X-Men en pantalla grande. Y quizás ese es el problema de la película de Gavin Hood, una cinta de aventuras y ciencia-ficción entretenida, pero de fácil olvido una vez se sale de la sala de cine. La verdad es que no se le puede pedir mucho más.

La verdad es que resulta extraño que se le haya encargado la dirección del film a Gavin Hood, actor de películas de acción "tipo Jean Claude Van Damme" y poco experimentado en el mundo de la dirección, cuyo título más destacado es la, por otra parte soberbia, Tsotsi (2005), largometraje que es lo opuesto totalmente a una película de superhéroes. En realidad no puedo decir que la película no me gustó, pero se queda lejos del nivel de satisfacción que me dejaron las tres de X-Men. La fotografía, el montaje y la música, absolutamente convencionales. A excepción, eso sí, del interesantísimo prólogo de la cinta con Logan y Victor de niños y ese tremendo drama familiar que parece que persigue a la infancia de todo superhéroe que se precie (desde Spiderman a Superman). Por supuesto, aquí incluyo la secuencia entera en la que van apareciendo los créditos iniciales del film, que nos muestra toda la historia de ambos hermanos desde el final del prólogo hasta el momento en el que la película verdaderamente da comienzo: IMPRESIONANTES. Quizás no sean unos créditos demasiado originales, pero sin dudarlo, todo ello es Lo Mejor de la película.

Soy absoluto desconocedor de los personajes originales del cómic, por ello no me han molestado las presuntas licencias que se hayan podido tomar los productores de la película respecto a ellos. Curiosa y paradójicamente, la recreación que ha hecho Liev Schreiber de Dientes de Sable me ha parecido sensacional, a pesar de que ni el actor ni el personaje coinciden físicamente con Tyler Mane, presentado en la primera X-Men (Bryan Singer,2000). Además, me ha gustado volver a ver a Cíclope, muy fugazmente a Tormenta de niña, a Sapo, y el cameo de Patrick Stewart como el Profesor Xavier. También a descubrir a la actriz Lynn Collins, encantadora e hipnotizante a la vez con su personaje de Kayla Silverfox. Quiero verla en más películas.

Para finalizar, aconsejar a todos esos cagaprisas que se levantan de la butaca del cine en cuanto empiezan a aparecer los créditos finales, que no lo hagan. Ya que después de los mismos hay sorpresa, una sorpresa que además ya se dice que puede dar lugar a una secuela ambientada en Japón y basada en una historia de los cómics sobre el personaje y que, a su vez, es la favorita de Hugh Jackman.