lunes, 21 de diciembre de 2009

Crítica: AVATAR (2009)


* * * * *
Título original: Avatar
Año: 2009
Nacionalidad: EEUU
Duración: 162 minutos
Dirección: James Cameron
Intérpretes: Sam Worthington (Jake Sully); Zoe Saldana (Neytiri); Sigourney Weaver (Grace Augustine); Stephen Lang (Miles Quaritch); Michelle Rodríguez (Trudy Chacón); Giovanni Ribisi (Parker Selfridge); Joel Moore (Norm Spellman); Wes Studi (Eytukan); Laz Alonso (Tsu'tey); Dileep Rao (Max Patel); CCH Pounder (Moat); Matt Gerald (Lyle Wainfleet); Sean Anthony Moran (Fike).


No puedo decir que Avatar no me haya gustado. No puedo, porque sí que me ha gustado. Me ha gustado bastante el regreso en la dirección de James Cameron desde su último film, el espectacular Titanic en 1997.

Sin embargo no nos pueden vender la película como lo más de lo más. Lo nunca visto. La cinta que revolucionará el concepto del cine. Es innegable que visualmente la cinta le deja a uno con los ojos abiertos ante esos paisajes épicos; ante esa flora que parece estar en Technicolor; ante esa fauna de tintes jurásicos; ante esos humanoides de fantástico diseño; ante ese despliegue de tecnología informática y vehículos futuristas; y ante unos movimientos de cámara de vértigo. Pero la película se queda en eso, ya que la historia que nos cuentan la hemos visto mil y una veces en multitud de cintas anteriores. No nos trae nada nuevo en ese sentido. Sin llegar a la absurdez y previsibilidad del guión de 2012 (Roland Emmerich, 2009), la cinta de Cameron peca de un argumento demasiado simple: nuestro héroe, Jake Sully, es un ex-marino en silla de ruedas que ha sido reclutado para viajar al planeta Pandora en donde se extá extrayendo un mineral que puede resolver la crisis energética de la Tierra. Jake ha recibido la misión de infiltrarse entre los alienígenas indígenas del lugar mediante la unión de su conciencia a la de un avatar, un cuerpo biológico como los de los nativos controlado remotamente, ya que éstos son el gran obstáculo para lograr el mineral. Una vez dentro, es admitido en el clan y aprende a ser uno de ellos, replanteándose la idea por la que fue reclutado y enfrentándose junto con los nativos al ataque de los humanos. Es decir, resumiendo, prota bueno se alía con las víctimas de las hostilidades de los humanos y les ayuda en su lucha contra éstos. Y muchas secuencias que ya hemos visto antes en otros films. Una especie de La Misión (Roland Joffé, 1986) planetaria.

También es una pena que el 3D no luzca como sí lo hacía en por poner un ejemplo, Beowulf (Robert Zemeckis, 2007). A pesar de la espectacularidad de la cinta, las tres dimensiones no brillan, se olvida uno con facilidad de que la película tiene esas características. Las actuaciones son correctas aunque no de premio, pero siempre es un gustazo disfrutar de la presencia de Sigourney Weaver, sin duda la mejor del film. Sam Worthington, el protagonista, se consolida como uno de los valores en alza para los próximos años, y si no, al tiempo.

De todas formas, a pesar de sus casi 3 horas de duración, la narrativa de Cameron consigue que la cinta no sea pesada, ni aburrida, ni se haga larga. Los 162 minutos pasan como un suspiro y las secuencias de acción y aéreas son impresionantes. Me temo que el Oscar a los Mejores Efectos Especiales de este año va a tener a dos serias contendientes: Avatar y 2012.

2 comentarios:

Wizzy dijo...

bueno yo beowulf no la vi en 3d asi que no puedo opinar sobre ella, pero en avatar el 3d esta muy logrado. Lo unico que me pregunto es si es bueno ver una pelicula de dos horas y media con las gafitas de 3d, yo sali con los ojos rojos y un pelin cargadete

en cuanto al guion pues eso, correcto pero nada que no hayamos visto ya, asi que los que decian que peliculon de oscar... no se, no veo nada original en la historia

Mekhi dijo...

Totalmente de acuerdo.. la historia no es nada original... la hemos visto tropecientas mil veces en otras pelis...

En cuanto al 3D con las gafas... a mí no me producen efectos negativos. Ni me marean, ni me dejan los ojos rojos, ni me dan dolor de cabeza. No sé. Y eso que me pongo las gafas 3D sobre mis gafas normales y no me irritan los ojos ni ná...Al menos no las de Kinépolis... he oído que en otros cines utilizan otro tipo de gafas. Quizás sea eso.

De las pelis que he visto en 3D... éste está muy logrado en "Beowuld"; "Viaje al centro de la Tierra" y "Cuento de Navidad".
Sin embargo, pienso que no lo está ni en "Up" ni en "Avatar". Cameron podría haber hecho más cosas para resaltarlo...

En "Beowulf", por ejemplo, recuerdo que las lanzas y las flechas salían de la pantalla y parecía que se me iban a clavar, ya que nos apuntaban directamente a los espectadores.