Otro de los lugares que visité este pasado Verano fue Toledo. El caluroso viernes 24 de Julio, día de mi cumple, cogimos las mochilas mi colega Mark y yo y nos fuimos en el comodísimo Ave a La Mancha. Más en concreto a Toledo, ciudad que no conocíamos y que había ganas de conocer por lo bien que había oído hablar de ella a mucha gente que la había visitado. La verdad es que no salimos decepcionados. Yo en concreto quedé maravillado, fue como un fantástico viaje en el tiempo.
Y es que es una de las ciudades más antiguas que existen. Fundada en la época prerromana por los celtas y reconstruída después por los romanos, que fueron los que le dieron su nombre, Toletum. Sometida en el siglo VI al dominio musulmán hasta los siglos XI, XII y XIII en el que los cristinanos cogieron el poder de la ciudad. La ciudad está amurallada como muchas ciudades castellanas y se entra por la majestuosa Puerta de la Bisagra construída en el período musulmán entre los siglos VI y VII.
Fue una de las capitales del imperio de Carlos V y los Reyes Católicos la urbanizaron y engrandecieron en el siglo XV. En la tercera foto puedes ver al fondo el majestuoso Alcázar, erigido en el siglo I y el monumento más emblemático de la ciudad, que sirvió de fortaleza para los romanos, visigodos, árabes y cristianos. El Quijote y su autor Cervantes, como buenos manchegos, son dos figuras muy tenidas en cuenta en la ciudad, lo mismo que el pintor El Greco, que vivió en Toledo gran parte de su vida hasta su muerte y cuya casa se ha convertido ahora en un museo.
Los escudos, las armas medievales (tanto blancas como de fuego), y las armaduras de diferentes épocas, junto con otro tipo de antigüedades, son los artículos artesanos más populares y la base económica de la ciudad. Tiendas vendiendo todos estos objetos las hay a cientos en toda la ciudad. Tampoco hay que olvidar la cerámica, muy apreciada por los turistas.
Cualquier rincón de la ciudad es perfecto para dejar volar tu imaginación y trasladarte a la época mudéjar en los siglos VII y VIII o a la Edad Media, gracias a sus muros, sus almenas, sus torres, sus calles adoquinadas. Perderse por el laberinto de calles de la Judería es una experiencia absolutamente medieval y recomendable si visitas la ciudad. Lo mismo que las diferentes sinagogas que se encuentran en el barrio judío (Judería).
Otro de los principales monumentos es su Catedral, que fue fundada en el siglo I por San Eugenio, el primer Obispo que tuvo Toledo. Durante la ocupación musulmana, los árabes la convirtieron en una mezquita. En el siglo XI el rey Alfonso VI la volvió ha convertir en una catedral. Luego en el siglo XIII fue destruida y reconstruida más tarde en el estilo gótico que nosotros conocemos y que ha perdurado hasta nuestros días.
Por último algunas de las vistas recogidas desde sus murallas con las dos torres de la Puerta de la Bisagra en la primera foto, y el río Tajo en la segunda.
Cuando estuve buscando información sobre La Mancha antes semanas antes de ir a Toledo, di por casualidad con un pueblecito de la provincia que se encuentra como a 1 hora en autobús de la capital. La localidad se llama Consuegra y lo que me llamó la atención fueron sus molinos. Esos molinos descritos en la obra de Cervantes, así que al día siguiente decidimos visitarlos. Consuegra en realidad es un pequeño pueblo de no más de 11.000 habitantes cuyo principal reclamo es el Castillo que se alza en un cerro junto al lugar. Se dice que fue construído durante el califato de Córdoba en el siglo X.
De los 13 molinos originales, se conservan 11 y que son: Bolero, donde se encuentra la oficina de turismo y se conserva el moledero de trigo; Mambrino; Sancho, que conserva la maquinaria del siglo XVI y se usa en la Fiesta del Azafrán; Vista Alegre; Cardeño, donde se aloja una casa ya deshabitada; Alcancía; Chispas; Caballero del Verde Gabán, que cuenta con numerosas versiones de El Quijote; Rucio, que cuenta con una exposición de vinos y cuyo nombre era el del asno de Sancho Panza; Espartero, que tiene una exposición de artesanía toledana; y Clavileño, con fotografías y mobiliario de Andorra Andorra. No todos los molinos que existen son originarios del pueblo, la maquinaria es de los pueblos de la zona. En las siguientes fotos puedes ver primero a algunos de los molinos desde la ventanita de uno de ellos; la puerta de Rucio; el último de los molinos de la hilera; y una vista general del cerro Calderico con algunos de sus molinos en su horizonte.
Y esto es todo lo que me dió de sí el 2009 en cuanto a viajecitos. Veremos a qué lugares me lleva el 2010. Sea donde sea aquí daré cuenta de ellos. ¡¡Feliz Año!!
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