In Memoriam: Jean Simmons (1929-2010)

No ha pasado ni un mes de lo que llevamos de año, y (aunque con una semana de retraso) me acabo de enterar del fallecimiento el pasado 22 de Enero de Jean Simmons, una de las grandes actrices británicas que nos quedaban del Hollywood clásico, a causa de un cáncer de pulmón que padecía. Aunque ella nunca dejó de trabajar. La última película en la que participó fue Shadows in the Sun (David Rocksavage, 2009), rodada el pasado año. La noticia me ha entristecido, ya que Simmons siempre fue una de mis actrices favoritas de toda la vida. Nunca fue demasiado estrella como sus contemporáneas Marilyn o Liz, pero sí una excelente intérprete que ha dejado una gran huella en las más de 90 producciones televisivas y, sobre todo, cinematográficas en las que intervino.

Simmons era una mezcla de otras dos actrices: tenía la inocencia y la clase de Audrey Hepburn mezclada con la belleza y el ímpetu de Elizabeth Taylor, y las dotes de buena actriz de ambas. Yo la descubrí a mediados de los 80 en la superproducción televisiva Norte y Sur (1984), en donde encarnaba a Clarissa Main, la madre de Orry Main (Patrick Swayze). Es tristemente curioso cómo en menos de medio año, la muerte se nos ha llevado a tres grandes intérpretes de esta serie: David Carradine en Junio de 2009, que interpretaba al malvado Justin LaMotte; Patrick Swayze el pasado mes de Septiembre; y ahora Jean Simmons.

Belleza morena y de ojos verdes, en el cine interpretó tanto papeles de dama bondadosa, como de femme fatale. No había superproducción hollywoodiense que se le resistiera. Fue descubierta cuando tenía sólo 14 años de edad por un cazatalentos en una clase de baile, y rodó hasta 7 películas antes de captar la atención de la industria, gracias a su papel en Cadenas rotas (David Lean, 1946), adaptación de la novela de Charles Dickens. Hamlet (Laurence Olivier, 1948) co-protagonizada por el propio Olivier, le dió su primera candidatura al Oscar como Mejor Actriz de Reparto, y poco más de 20 años depués fue nominada de nuevo pero como Mejor Actriz Principal por su papel de esposa alcohólica en Con los ojos cerrados (Richard Brooks, 1969).

Sin duda, sus años dorados fueron los años 50, en donde intervino como protagonista en conocidísimas producciones épicas de la talla de La túnica sagrada (Henry Koster, 1953) junto a Richard Burton; Sinuhé, el egipcio (Michael Curtiz, 1954) junto a Edmund Purdom; o Desirée (Henry Koster, 1954) junto a Marlon Brando. También participó en películas como Pasos en la niebla (Arthur Lubin, 1955) con Stewart Granger; Horizontes de grandeza (William Wyler, 1958) con Gregory Peck; Espartaco (Stanley Kubrick, 1960) con Kirk Douglas; o en El fuego y la palabra (Richard Brooks, 1960) con Burt Lancaster.

En 1975 reapareció en Londres con la comedia musical Pequeña noche de música, en la que cantaba una canción. Ya había cantado en otras dos ocasiones anteriormente y nada mal por cierto, en Camino de las estrellas (Anthony Asquith, 1945) y Ellos y ellas (Joseph L Mankiewicz, 1955) junto a Frank Sinatra y Marlon Brando. En 1976 debutó en Broadway con la comedia musical latinoamericana Latinos, vino y gritos, en la que además de cantar también bailó. En los 80 y 90 se prodigó, sobre todo, en televisión, en series como El pájaro espino (1980), por la que ganó un Emmy; Hotel (1983); la antes citada Norte y Sur (1985); Se ha escrito un crimen (1989); o Star Trek: La nueva generación (1991). Además, y como curiosidad, puso voz a personajes de numerosas producciones de animación, como por ejemplo Final Fantasy (Hironobu Sakaguchi, 2001).

Como homenaje final, te dejo con tres escenas en versión original de tres de sus más importantes trabajos: la primera, perteneciente a la excelente Sinuhé, el egipcio (Michael Curtiz, 1954) en un papel sumiso y bondadoso; la segunda, una sugerente secuencia junto a Marlon Brando en Desireé (Henry Koster, 1594); y por último, una de las escenas más románticas que interpretó, junto a Kirk Douglas, en la magistral cinta de Stanley Kubrick, Espartaco (1960).