Crítica: OUTLANDER

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Título original: Outlander
Año: 2008
Nacionalidad: EEUU
Duración: 115 minutos
Dirección: Howard McCain
Intérpretes: Jim Caviezel (Kainan); Sophia Myles (Freya); John Hurt (Rey Rothgar); Jack Huston (Wulfric); Ron Perlman (Gunnar); Cliff Saunders (Boromir)

Curioso mezclar aliens con vikingos, pero pese a mis reticencias iniciales, la película tampoco ha salido mal parada. Quizás gracias a la forma con la que el director arranca el film desde la nave en el espacio estrellándose en la Noruega del siglo VIII después de Cristo en lugar de hacerlo al revés, desde la aldea noruega viendo el aterrizaje de la nave, que hubiera sido menos creíble.
Aunque adolece de unos efectos visuales correctos, sin muchas pretensiones, y poco espectaculares, la producción al menos entretiene y no aburre, y logra crear uno de los monstruos-bestias más aterradores y peligrosos de la historia del cine. Podemos ver parecidos con muchas otras películas anteriores como Alien, El guía del desfiladero, o sobre todo El Señor de los Anillos: Las Dos Torres. El personaje de Sophia Myles tiene mucho de la Eowyn de la trilogía tolkiniana, lo mismo que los decorados de la casa del rey noruego, que recuerdan demasiado a las del rey Theoden de Edoras, por no hablar de la elección del nombre de Boromir para uno de los personajes secundarios.
Afortunadamente, el largometraje no cae en el infantilismo, ni en los chistecillos ad-hoc y nos ofrece escenas tan crudas como las del monstruo comiéndose las entrañas de una aún viva víctima... o la de Freya rodeada de restos de cadáveres.
Puede que la única pega cabría encontrarse en el papel de Jim Caviezel... un extraterrestre que de alienígena tiene poco, ya que es 100 % humano, pero se agradece la moraleja que este personaje nos trae: "El que siembra vientos, recoge tempestades", toda una crítica encubierta a la administración Bush en Oriente Próximo.
En definitiva, Outlander es un título que no pretende ser un exitazo de taquilla, sino entretener y hacer pasar un buen rato de cine, y lo logra con creces.