Seguimos con los viajes que realicé el pasado 2008. A principios de Julio cogí un avión junto con Shaury rumbo a Holanda. Tras casi 3 horas de odisea para llegar al hotel desde el aeropuerto de Schipol (éste está en realidad a 20-25 minutos en tren del centro de Amsterdam, pero el desconocimiento de la zona nos hizo tardar tanto :P), conseguimos nuestro objetivo. La ciudad nos encantó a los dos. La Venecia del norte la llaman. La gente simpatiquísima y muy amable; sus canales son mágicos, hipnotizantes; la arquitectura de los edificios hermosa; y los adoquines de las calzadas nos retrotrayeron a tiempos pasados... (Para ver las fotos en grande pincha en ellas)
La visita a la casa de Ana Frank (afortunadamente nos libramos de hacer las larguísimas colas que suele haber para entrar) nos erizó todo el cuerpo. Aunque el edificio estaba vacío de muebles, la sensación de lo que pudo haber pasado esa gente allí metida calaba muy hondo. El postre fue el toparnos con un Oscar real... el que ganó Shelley Winters como mejor actriz de reparto en 1959 por su papel de Auguste Van Pels (Sra. Van Daan en el film). Lástima que no permitiesen sacar fotos en el interior... aunque la del Oscar la tomamos clandestinamente... jejeje.
El paseo en barca por los canales, interesante.... aunque Shaury se perdió la mayor parte debido a que se iba quedando dormida a cada esquina y yo tenía que darle un pequeño codazo cada dos por tres para que no se lo perdiera.. jejejejeje Alucinante la vista del restaurante chino sobre el mar holandés y también de una reproducción a escala real del velero de la Compañía Unida de las Indias Orientales de 1749, la época de los piratas, atracado junto al Museo de la Ciencia Nemo.
Me gustó mucho también la visita al Museo de Cera Madame Tussaud... Lástima que por no haber previsto una tarjeta con mayor memoria para la cámara no pude sacar más fotos de las que me hubieran gustado. Aquí están dos de ellas: Eddie Murphy y Spider-Man (ésta última era indispensable teniendo a un amigo como Wizzy)
También salimos a los alrededores de Amsterdam. El pueblecito De Zaanse Schans nos encantó. Parecía salido de un cuento de hadas. Ahí pudimos maravillarnos con los típicos molinos holandeses... lástima que la época de los tulipanes había pasado ya...
También estuvimos en La Haya, aunque más que centrarnos en la ciudad, nos adentramos en el parque de Madurodam, en donde se reconstruyen en miniatura casi todos los edificios y monumentos más importantes de los Países Bajos.
Vimos muchas cosas más en Amsterdam: museos (Rijks; Rembrandt; Van Gogh), casas antiguas, plazas, parques, y sobre todo, biciletas por TOOOODAS partes (casi más peligrosas que los coches, jejeje)... callejeamos muchísimo.
La verdad es que es un país inolvidable. Un sitio para recomendar, recordar, agradable para vivir y desde luego para regresar en un futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario