jueves, 13 de agosto de 2009

Crítica: SLUMDOG MILLIONAIRE (2009)



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Título original: Slumdog Millionaire
Año: 2009
Nacionalidad: Reino Unido
Duración: 120 minutos
Dirección: Danny Boyle
Intérpretes: Dev Patel (Jamal K. Malik); Freida Pinto (Latika); Anil Kapoor (Presentador); Irrfan Khan (Inspector de Policía); Saurabh Shukla (Sargento Srinivas); Mahesh Manjrekar (Javed); Ayush Mahesh Khedekar (Jamal niño); Azharuddin Mohammed Ismail (Shalim niño); Madhur Mittal (Shalim K. Malik); Rubina Ali (Latika niña); Tanay Chheda (Jamal adolescente); Ashutosh Lobo Gajiwala (Shalim adolescente) ; Tanvi Ganesh Lonkar (Latika adolescente); Sanchita Choudhary (madre de Jamal y Shalim); Ankur Vikal (Maman); Tiger (Punnoose); Janet DeVinge (Ada McKintosh); William Relton (Peter).

Es cierto que, en un principio, nunca me llamó demasiado la atención esta película. Si me decidí a verla es por tanto premio y tanto oir a la gente que es buenísima. Una vez vista, he de reconocer que la verdad es que sí que lo es, aunque también es cierto que se la ha sobrevalorado en demasía. La historia que nos cuentan es original: un joven humilde de los barrios bajos de Bombay gana el famoso concurso televisivo "Quién quiere ser millonario" gracias a que las respuestas a las preguntas que le hacen las tiene recordando los diversos acontecimientos de su propia vida.

Danny Boyle consigue sacar de ese curioso planteamiento una película entretenida, preciosista y sensible con la realidad de la India. Un guión sólido, que aunque totalmente fantasioso en lo que tiene que ver con la manera en que el protagonista conoce las respuestas, es tremendamente realista en lo que respecta al drama de la pobreza hindú. Las respuestas del concurso son el simple catalizador para hacernos ver esa realidad y a la vez, para ponernos frente a nuestras narices tanto el mundo del lujo como el mundo de la miseria del país asiático.

La música, siempre a la vanguardia, como en todos los trabajos de Boyle acompaña a la perfección todas las situaciones que nos dan. Y la película cuenta también con un cuidado absoluto de la fotografía y los planos. El montaje, caótico dentro de su orden, tal y como nos tiene acostumbrados Danny Boyle.

Además, el film aún siendo británico, nos acerca también al mundo de Bollywood, con actores autóctonos, todos ellos estupendos en sus papeles, y a destacar Anil Kapoor como ese despreciable presentador del concurso; y los niños, sin lugar a duda lo mejor del film. A destacar ciertas escenas, como la de Jamal de niño intentando conseguir un autógrafo de su ídolo musical favorito, difícil de olvidar; la escena de la pérdida de la madre; o la secuencia cuando se descubren las verdaderas intenciones del hombre que les rapta. Una película bonita, inolvidable, pero totalmente sobrevalorada. Tampoco es para tanto. Sigo opinando que el Oscar debía haber sido para El curioso caso de Benjamin Button (David Fincher, 2009).

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