Crítica: CORAZÓN DE TINTA (2009)

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Título original: Inkheart
Año: 2009
Nacionalidad: EEUU
Duración: 106 minutos
Dirección: Iain Softley

Intérpretes: Brendan Fraser (Mo Folchart); Eliza Bennett (Meggie Folchart); Paul Bettany (Dustfinger); Helen Mirren (Elinor Loredan); Andy Serkis (Capricornio); Jim Broadbent (Fenoglio); Rafi Gavron (Farid); Sienna Guillory (Resa Folchart); Matt King (Cokerell); Steve Speirs (Flatnose); Jamie Foreman (Basta); Stephen Graham (Fulvio); Jennifer Connelly (Roxanne); Tereza Srbova (Rapunzel).

La verdad sea dicha, el trailer prometía mucho, pero que mucho más de lo que finalmente ofrece esta cinta. Un relato de fantasía que se queda a medio camino, no por ello sin dejar de ser absolutamente entretenidísima. ¿Cuál es entonces su fallo? La construcción de determinados personajes y una historia un poco pobre en cuanto a contenido, un relato que al final se reduce a la típica lucha entre "buenos" y "malos" y que es como un huevo de Pascua... Muy bonita por fuera, pero hueca por dentro.

El problema no solo está en un guión desaprovechado, ya que la idea era buena y tenía un buen punto de partida, sino también el la construcción de ciertos personajes, sobre todo de los villanos, muy mal dibujados y con un sentido del humor patético que estropea toda la película. Incluso Andy Serkis aparece sobreactuado tras las buenas interpretaciones tanto en la Trilogía de El Señor de los Anillos (Peter Jackson, 2001-2002-2003) como en King Kong (Peter Jackson, 2005). Afortunadamente, nos queda el consuelo de contar con actorazos como Helen Mirren, Jim Broadbent, Paul Bettany y un cameo agradecido a cargo de la esposa de este último, Jennifer Connelly.

Los efectos especiales están bien, aunque tampoco como para echar cohetes. Lo bueno es que la historia se enmarque entre Suiza e Italia, dos países (sobre todo el primero) poco habituales como escenarios en la cinematografía norteamericana. Es una pena, ya que la idea del film era buena y se podría haber hecho algo de mucha mayor calidad, que al final se queda muy pobre.